La selección española de fútbol se ha alzado con su segunda Eurocopa consecutiva, tercera en su historia, tras imponerse a Italia en la final. Se confirma el éxito incesante del deporte español.
Mucho se ha hablado de la calidad del conjunto español en la parcela futbolística, pero a ello se ha de añadir el monopolio en los mundiales de motociclísmo y de Fórmula 1 con los lideratos provisionales de Jorge Lorenzo, Marc Márquez, Maverick Viñales y Fernando Alonso.
Ahora llegan las olimpiadas y todas las esperanzas están puestas en los deportistas españoles. Las bazas más importantes llegan en baloncesto, bajo el objetivo de destronar a la todopoderosa selección de Estados Unidos; en atletismo, donde Ruth Beitia acaba de proclamarse campeona de Europa de salto de altura; en ciclismo, donde se busca repetir el triunfo como hace cuatro años lo lograra Samuel Sánchez; en tenis, con Rafa Nadal en busca de su segundo oro olímpico; en el propio fútbol, donde cuenta con tres campeones de Europa, entre ellos el emergente Jordi Alba; y así como en otras disciplinas deportivas que son de igual importancia.
Porque el deporte español tiene triunfadores de más o menos fama, pero el espíritu de superación en todos los deportes es intocable.
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